Translate

miércoles, 28 de mayo de 2014

¿Qué es el Prêt-à-porter?

Prêt-à-porter "Listo para llevar o listo para usar"

Prêt-à-porter es una expresión que se empezó a utilizar en Francia en la década de los cincuenta cuando el gran diseñador Christian Dior patentó su marca y, contribuyó en la modificación de las leyes para proteger sus diseños al darse cuenta que sus creaciones eran copiadas rápidamente alrededor del mundo. Aunque el fenómeno no se podía controlar, gracias al reconocimiento de las marcas se le dio particular valor a la autenticidad de las prendas.


Christian Dior probando uno de sus diseños


Estilo clásico de Christian Dior


Sin embargo, la demanda de las grandes sociedades de consumo surgidas a partir de la segunda guerra mundial, crea la necesidad de producir prendas con las características de moda para todos los sectores sociales pero a un precio accesible. Es justamente el diseñador Pierre Cardín, gran visionario del negocio de la moda, quien pensó que no bastaba con hacer la moda democrática sino que había que crear formas para hacer llegar la moda a todo el mundo y la forma más factible de lograrlo era a través de las tallas. La moda tenía que dejar las pasarelas y acercarse al común de las personas; el término que utilizó para referirse a esta situación fue Prêt-à-porter. Su propuesta tuvo muchas críticas de los diseñadores contemporáneos que creían que la propuesta era una aberración total, pero ante el fenómeno social del consumismo y la gran demanda de diseños exclusivos de las grandes marcas, aparece el tallaje, medidas de las prendas de vestir expresadas en centímetros o pulgadas según el país donde surgen y, que expresan en promedio, las características físicas de la población; estas tallas son la base que sustenta la producción en serie de ropa para la fabricación y venta. La producción en serie se vuelve toda una industria y el Prêt-à-porter se posiciona como la alternativa rápida de vestir a la moda sin tener que dedicar tiempo extra para hacer pruebas y ajustes a la prenda. La producción en serie eficientiza los recursos y crean grandes márgenes de ganancia; por otro lado, las bases o patrones de producción por tallas, pueden ser usados infinidad de veces en la producción de las mismas prendas o como base de transformación en otras. Una vez en las tiendas, las prendas están “lista para llevar” es decir, Prêt-à-porter.

Pierre Cardin a los 91 años.

Que sea Prêt-à-porter no quiere decir que los materiales, la confección y el terminado sean de mala calidad; las grandes industrias de fabricación de prendas de vestir y las tecnologías aplicadas, han contribuido a mejorar los estándares de calidad en su fabricación. Por otro lado, las grandes casas diseñadoras, al darse cuenta de este nuevo fenómeno de la moda crean un Prêt-à-porter de lujo como Yves Saint Laurent y Chanel aunque por supuesto, dirigido a un mercado de alto nivel. Muchas de estas marcas abren boutiques de Prêt-à-porter en forma paralela y, al mismo tiempo, siguen manteniendo la Alta Costura, sin embargo, los altos impuestos relacionados con el lujo y otros cargos fiscales contribuyen al cierre de muchas de estas casas de moda.

Producción en serie en los grandes almacenes.


La lógica de promocionar la moda también cambio con el Prêt-à-porter, ya que su principal objetivo es llegar a la población y ofertarle prendas de uso casual, es decir, de diario. De hecho el Prêt-à-porter, ayudó a muchas de estas casas de moda a posicionarse en el mercado y a ser reconocidas por todo el mundo y no sólo por un público económicamente selecto; este fenómeno ayudó a muchas de esas casas a convertirlas en empresas multimillonarias.


Ropa Prêt-à-porter


Hoy en día los grandes almacenes de ropa así como las marcas de diseñadores de renombre, promocionan sus colecciones de temporada en la fashion week de cada país; muchas de éstas con catálogos de venta en línea, haciendo del Prêt-à-porter la forma de consumo de las tendencias y moda, más común de cada temporada.

Las personas que se interesan en el tema de la industria del vestido, deberán aprender a trazar, a transformar los trazos y una vez hechas las muestras necesarias y los ajustes pertinentes, deberán aprender a graduar o escalar sobre el primer trazo, tallas arriba y tallas abajo, es decir, tallas más grandes y más chicas de la que tomaron como base. Una vez que se tienen los patrones de la prenda se hacen los cortes, la confección, la habilitación y el terminado para la venta. Todo para que las prendas lleguen al exhibidor y estén prêt à porter.

Alumnas de la escuela Alessandra Farelli del ITAE aprendiendo a hacer Patrones Industriales.




Alumnas de la escuela Alessandra Farelli modelando una corrida de tallas de la materia de Graduación.


Consulta este link para que escuches como se pronuncia la expresión francesa

By Martha Calderón Z.


Fuentes consultadas e imágenes

Montenegro, A. 'Historia del traje'

lunes, 26 de mayo de 2014

ALTA COSTURA

ALTA COSTURA

Se llama Alta Costura a la elaboración de una sóla prenda con terminados a mano y confeccionada bajo el esquema de pruebas y correcciones sobre medida y fue la forma de confeccionar que imperó durante muchos siglos. 

La gente de mayor posición social: reyes y cortes, tenían personal trabajando bajo su servicio que además de ayudar a faenas domésticas  ayudaban en las labores de confección y bordado de las prendas.
 

Oficio de modista.

  
Con el paso de los siglos, algunas personas se fueron especializando en el oficio de la confección, costura y bordado formándose algunos gremios; más tarde algunos diseñadores empezaron a ser reconocidos y demandados por las cortés; así a principios del siglo XIX empezaron a destacar los primeros grandes diseñadores que rompen las barreras locales y empiezan a ser buscados por la gente de clase alta de varias regiones; este fenómeno coincide con los resultados de la revolución industrial: necesidad por explorar territorios desconocidos y dominarlos así como la necesidad de materia prima y de mercados para sus productos.

La Revolución Industrial y la venta masiva de productos.
Esta apertura comercial, la mejora de caminos y de los telégrafos  que era el medio de comunicación de mayor alcance en el menor tiempo, detonan el prestigio de un Diseñador y surgen algunos que alcanzan cierta fama y renombre; la demanda por su trabajo llevan incluso a firmar sus prendas con una etiqueta comercial que hace reconocer su trabajo; esa autenticidad es buscada no sólo por la realeza decadente, sino por la burguesía emergente que sin tener clase y reconocimiento de alta sociedad, cuenta con los recursos económicos para penetrar en un mundo que era sólo exclusivo de reyes y sus cortés.


La naciente burguesía, clase adinerada resultado de la Revolución Industrial
Para ayudar a su trabajo y no tener en todo momento a la persona para estarle probando las prendas, aparecen los maniquíes estilo sastre, elaborados de cartón y yeso y forrados de gabardina u otra tela gruesa con la intención de sostener las telas con alfileres, cuántas veces fuera necesario y así ser manipulado con facilidad. En muchas ocasiones el maniquí era elaborado de acuerdo a las medidas de la persona a la que se le hacían las prendas; sobre todo, cuando eran los diseñadores de esa persona, regularmente reinas, reyes, o gente de mucha alcurnia.
Maniquíes Sastre hechos de yeso y cartón muy acinturados de acuerdo al ideal del cuerpo femenino de la época.
Así aparece Charles Frederick Worth (1826-1895) nacido en el Reino Unido y considerado el padre de la Alta Costura ya que fue el primer diseñador en firmar sus creaciones como los grandes artistas y en presentar una colección cada año con lo que se consolidó como diseñador.  Su fama en realidad la debió a la emperatriz Isabel de Austria y la esposa de Napoleón III: Eugenia. Ambas se hicieron retratar para la posteridad luciendo sus diseños.

 


 
Emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III.

Marca con la que Worth firmaba sus prendas.
Su estilo era ajustado, con grandes crinolinas y colas concentrado en la parte trasera y con sombreros con grandes plumas con medias negras de seda. El uso de la crinolina pronto paso al polisón, que concentraba todo el volumen de la crinolina en la parte trasera de la falda.
Crinolinas recogidas en la parte trasera de la falda, imponiendo el polisón que estaría de moda por varias décadas.
Paul Poiret (1879-1944) otro diseñador del siglo XIX, trabajó con los hijos de Worth que fueron quienes heredan el negocio a la muerte de su padre.  Poco tiempo después monto su propia casa de modas teniendo entre sus clientela a reconocidas artistas de teatro de la época lo que le dio mucha fama. Su estilo deja de lado el corset y elige un talle por debajo del busto y suelto hasta el piso, lo que daba mucha comodidad; además desterró las medias negra y utilizó las de color carne. Poiret fue el primer diseñador en lanzar su propio perfume y en crear el Sindicato Defensor de la Alta Costura al observar que sus diseños eran rápidamente copiados. Personalmente fue un gran hombre de negocios aunque no un visionario; después de la primera guerra mundial no pudo entender que las mujeres ya no se ajustarían más a la moda anterior a la guerra y aunque trato nuevamente de ganarse su antigua clientela con fiestas y despilfarros acabo olvidado y en la ruina, no obstante, su obra contribuyó al futuro de la moda.  
Paul Poiret

Diseño de Paul Poiret

Diseño de Paul Poiret


Diseño de Paul Poiret

 Jacques Doucet (1853-1929). Fue amigo de los hermanos Worth y siendo un joven se hizo cargo de la tienda de ropa fundada por su abuelo. Más que la moda, a Doucet le interesaba el lujo, el refinamiento y la elegancia. Pronto disfrutó de un gran reconocimiento, tanto que aún hoy en día se le considera el creador de los trajes de noche más costosos y refinados de su época.


Jacques Doucet


Diseño de Jacques Doucet


Diseño de Jacques Doucet


Diseño de Jacques Doucet

La lista es interminable, pero bastara señalar a Lanvin, Chanel y Dior por nombrar los más destacados.

Después de las grandes transformaciones que traen la primera y segunda guerra mundial, la Alta Costura y los diseñadores también deben transformarse; se crean marcas y se patentan diseños; ahora un diseño exclusivo que sólo era utilizado por una persona, ahora es copiado y reproducido en todas partes del mundo y hasta en los mercados populares más modestos se puede encontrar ese gran diseño.

Los diseñadores de Alta Costura, luchan por posicionar su marca en un mercado altamente competido y en donde un diseño elaborado en forma artesanal sólo podrá ser consumido por un segmento de mercado exclusivo; aparece el cine como medio de comunicación masivo y es aquí donde los diseñadores encuentran el segmento de mercado que necesitan.  Aparecen las grandes marcas de artículos de belleza y la moda adquiere otra lógica.

Además la necesidad de mostrar poder y dominio de reyes y cortes, a través de las prendas de vestir, ha cambiado; ahora se busca un estereotipo de belleza, solo alcanzado por el mundo de las celebridades y en los vestigios monárquicos que aún quedan en algunos países europeos; la alta socialité es la que consume la Alta Costura, a través de las casas de moda que, lograron posicionarse como marcas a lo largo de la historia.

   
El oficio de Modista, sigue existiendo pero está en crisis ya que la fabricación de prendas, a través de los grandes almacenes o empresas dedicadas a la confección de ropa en serie han extendido su producción masiva a todos los niveles. No obstante, la Alta Costura, seguirá viviendo mientras haya personas que gusten lucir una prenda que haya sido hecha sólo para ellas y mientras las grandes cosas de moda, las contraten para hacer las muestras del diseño que posteriormente será fabricado masivamente.


Alumnas de la Escuela de Diseño de Modas Alessandra Farelli aprendiendo Modelado en Maniquí como bases para la Alta Costura. 
Cómo todos los fenómenos sociales, la Alta Costura se ha ido transformando a lo largo de la Historia y aunque tal vez, no subsista por mucho tiempo, habrá que reconocer que fue el precedente que dio estructura a la Industria del Vestido actual y el gran referente que marca, junto con otros acontecimientos importantes en 1947, la lógica de la moda a partir de mediados del siglo XX.

Por Martha Calderón Zavala
Escuela Alessandra Farelli

Bibliografía:



domingo, 25 de mayo de 2014

¿QUÉ ES EL PATRONAJE EN LA INDUSTRIA DEL VESTIDO?

¿QUÉ ES EL PATRONAJE?

Es una técnica utilizada en la confección de prendas de vestir que convierte la forma cilíndrica del contorno del cuerpo en partes planas manipulables, cuyas transformaciones infinitas permiten crear variedad de diseños.



Alumnas de la escuela Alessandra Farelli del ITAE, aprendiendo Patronaje.





A lo largo de la historia y ante la aparición de las grandes sociedades de consumo, y a la gran demanda de prendas por consecuencia, se han desarrollado diversas técnicas cuyo fin es crear patrones o plantillas que recogen  las características físicas de la población y a partir de ellas, hacer las transformaciones de los diseños que satisfagan las necesidades de mercado por la innovación y buena presentación de los diseños.

Las características físicas de la población varías de región a región. 




Así es que, en diversas regiones del planeta, y dependiendo de su complejidad y resultado, se han creado métodos para trazar en plano el cuerpo humano y sobre sus bases, hacer las transformaciones que darán origen a las prendas; el sistema inglés, el brasileño, el italiano así como el sistema CyC de México entre otros, son métodos que nos indican a través de una serie de pasos como  llevar la forma cilíndrica del cuerpo humano a la forma plana y a las muchas posibilidades de transformación que puede tener el diseño.





Diversos métodos de Corte y Confección a nivel mundial.
 



En México, la técnica de Patronaje o Trazo Plano que más se utilizará se llama Sistema CyC o sistema de Corte y Confección, cuya primera edición se hizo en 1941; a gran diferencia de otros métodos, el sistema CyC está basado en Tablas de Tallas Industriales  adaptadas a las características físicas de la población mexicana, con las cuales se elaboran trazos sin depender de patrones ya hechos; las medidas se dan en centímetros por lo que el método resulta ser muy amigable.
El sistema CyC tiene una gran tradición en la Industria del Vestido en México

No obstante las grandes posibilidades de aplicación del método CyC, la industria del vestido mexicana está gobernada por el método inglés, cuyas medidas se dan en pulgadas. El uso de este método responde a la apertura comercial de México a partir de 1994 y al mundo globalizado en el que hoy vivimos.

Finalmente, una vez que se tiene el patrón definitivo, se hace una muestra física de la prenda; si ya no tiene ningún ajuste, se hace la corrida de tallas a través de un método conocido como Graduación o Escalado que puede hacerse en forma manual, en forma mecánica o por computadora.

Como los patrones tendrán mucho uso, se utiliza papel krafcena, que es un papal muy resistente tipo cartón, para asegurar que podrán ser manipulados fácilmente sin que sufran daños notables. 
Moldes en papel Kraftcena organizados por modelos en una fábrica de ropa



Una vez que se tienen todas las transformaciones, el trazo se pasa a papel kraftcena que es más rígido y que servirá como patrón del diseño. A nivel de prácticas escolares, el papel kraftcena se sustituye por el papel Kraf que es más delgado debido a que la manipulación va a ser mucho menor que en una industria.
 

 
Alumnas de la escuela de Diseño de Modas Alessandra Farreli del ITAE, marcando patrones.




Por Martha  Calderón Zavala








martes, 20 de mayo de 2014

¿QUÉ ES MODELADO EN MANIQUÍ Y EN DÓNDE SURGE?




El modelado en Maniquí es una técnica que se utiliza para el diseño y la creación de prendas de vestir a partir de tener una maqueta del cuerpo humano; sus orígenes datan de la cultura egipcia cuando un súbdito parecido físicamente al faraón, tenía que posar por varios días para que sobre su cuerpo se hicieran las prendas que usaría el Faraón.


La palabra maniquí tiene su origen del holandés  Manneken Piss que significa niño pequeño que hace pipi. Algunas leyendas giran en torno a esta historia, la realidad es que el nombre fue tomado de la pequeña estatuilla de 61 cm que se encuentra en Bruselas, Bélgica y, que es un niño de aproximadamente 2 años que hace pipi en la cúspide de la fuente, una de las atracciones principales de la ciudad.










Una de las leyendas habla de la estatuilla desde al año 1142. Antiguamente, en celebraciones importantes de la ciudad, la pequeña estatuilla orinaba vino que degustaban los asistentes de la plaza y era vestida con diversidad de ropajes.  

Con el paso del tiempo, la palabra comenzó a hacer referencia, no a la estatuilla, sino a la forma previa de una persona que siempre estaba ahí y aproximadamente a finales del siglo XVII la palabra empezó a designar así, al modelo que servía a los artistas plásticos para hacer sus obras; el maniquí era flexible y se podía colocar en diversas posiciones; los detalles los daría el modelo real pero no tenía que posar por horas sino sólo para los detalles.





  
Es hasta 1830 cuando el  maniquí se introduce en el mundo de la moda; los primeros maniquíes sastre o de tercera dimensión, modernos, se construyeron de yeso y madera. Eran utilizados para ver las transformaciones que tenía la prenda en su proceso de confección y eran proporcionales al cuerpo de la persona para la cual se confeccionaba la ropa; regularmente gente que gozaba de excelente posición social y económica.

En 1856, el rey de la moda francesa, Charles F. Worth, exhibió sus chales de cachemira, una lana de cabra muy valorada, con modelos vivientes, muy guapos y parecidos a los clientes que regularmente lo visitaban.

 En 1870, los maniquís son utilizados por primera vez como escaparates para vender una tela llamada crinolina, muy parecida al tul actual que más tarde daría origen a las faldas interiores que dan mucho volumen a la falda exterior.     
Hoy en día en la industria del vestido se utilizan básicamente dos tipos de maniquíes:

1.   El maniquí sastre que se fabrica por tallas y que permite tener un estándar del cuerpo de las personas de acuerdo a ciertas medidas, que representan el talleje de la población y que sirve para trabajar en el diseño de las prendas y en su proceso de confección.
 


  


2.   El maniquí de escaparates, regularmente hecho de fibra de vidrio en diversidad de colores, que muestra el cuerpo estilizado, estético como un enigma de belleza al portar las prendas que se muestran en él.





Por Martha Calderón

Fuentes consultadas


Enciclopedia Británica